El último puzzle de Bach

He compuesto una fuga verdaderamente maravillosa. En ella he sumado la potencia de 24 tonalidades y la potencia de 24 temas, y he dado con una fuga con la potencia de 24 voces. Desafortunadamente, este margen es demasiado pequeño para contenerla.

Douglas R. Hofstadter. Gödel, Escher, Bach: un Eterno y Grácil Bucle.

En el antiguo Ayuntamiento de Leipzig se encuentra el que es, sin duda, el retrato más conocido de Johann Sebastian Bach. Fue pintado en 1746 por Elias Gottlob Haussmann. En él, Bach posa vestido de gala, con su mejor peluca, mirando fijamente al espectador. Su expresión es bastante seria, sí… pero, a la vez, parece contener una medio sonrisa, como si fuese a levantar una ceja. […] O igual no y me lo estoy inventando yo. Quizás sea todo pura sugestión pero enseguida entenderéis por qué.

Resulta que, en este cuadro, Bach no posa solo. Si uno baja la mirada, descubre que hay un trozo de papel entre sus manos. Y ese trozo de papel está caído casualmente de manera que el espectador puede leer perfectamente su contenido:

Canon triple a 6 voces. Ya sabes a qué me refiero.

El subtítulo es mío. El hecho de que faltan la mitad de las voces del dichoso canon, no: eso forma parte del retrato (podéis contar los 3 pentagramas de la partitura). Bach mira a cámara y nos reta con su último puzzle: ya sabes a qué me refiero, a ver si puedes sacarlo.

Seguir leyendo en El último puzzle de Bach (Cuaderno de Cultura Científica)

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