Pyramiden fue una ciudad minera dependiente de la URSS durante la mayor parte del siglo XX. Sin embargo, a lo largo de los años 90 dejó de resultar rentable y en 1998, en un plazo de apenas cuatro días, fue súbitamente abandonada.
Azul antiguo. El hielo que vemos habitualmente debe su color blanco a las pequeñas burbujas de aire que se encierran en él. Pero estos bloques de hielo, sometidos a la altísima presión de de la nieve acumulada durante más de 200.000 años en algunos casos, es Azul. Con mayúscula y profundidad.
El 60% de la superficie de Svalbard está cubierto por glaciares. De hecho, el glaciar más grande de Eurasia, llamado Austfonna, se encuentra precisamente en estas islas. No resulta sorprendente, por tanto, que su costa sea un entramado de gigantescos fiordos.
Estos grandes mamíferos suelen encontrarse sobre las grandes plataformas de hielo flotante. No en vano, su nombre en latín es “oso marino”. Es sobre el hielo donde vive, come y caza. Por eso su conservación depende directamente de que el casquete polar no desaparezca durante los veranos.
Por muchos peluches que se le dediquen, el oso polar es un predador feroz y peligroso. De hecho, en Svalbard está prohibido salir de las escasas zonas pobladas sin llevar un arma encima. Por eso, siempre que salíamos del buque, un marinero debía adelantarse, rifle en mano, para inspeccionar la zona y vigilarla desde algún punto elevado.
El Ártico es el más pequeño de los océanos, el de menor profundidad y está completamente rodeado por continentes. Ello protege sus aguas de los grandes movimientos. Desde la superficie, resulta sorprendente, casi siniestra, esa quietud: un espejo oscuro y frío que se abre paso entre los trozos de hielo.
Los ecosistemas no cambian de forma lineal. Todo equilibrio ofrece cierta resistencia al cambio, hasta que, al superar cierto umbral, se produce un cambio brusco y difícil de revertir. Estos “tipping points” (puntos de no retorno) son el objeto de estudio de la expedición ATP.
Las morsas son unos animales enormes, de movimientos torpes y pesados en tierra… y huelen como una vaca que se alimentase de algas marinas. Solo que las morsas son carnívoras y, además, bastante violentas, sobre todo si están en celo.
La mayor parte del trabajo de los científicos tenía lugar en los laboratorios. Pero para tener muestras que analizar era necesario el trabajo del personal del Jan Mayen. Cada día se largaban roseta y redes para recoger muestras de agua y organismos a distintas profundidades.
Muchos asentamientos de Svalbard tienen una historia parecida: durante siglos, estas fueron islas donde cazar ballenas. En el s. XIX, en cambio, el negocio más lucrativo pasó a ser el carbón. NY Ålesund, hoy una estación científica internacional, es deudora de este origen minero.
Por las noches, desde mi camarote en el buque científico, se escuchaban los constantes golpes de la proa metálica contra el hielo: un sonido grave de campanas acompañado por cierto temblor que se extendía por todo el buque.
En 2011, la extensión de hielo ártico alcanzó un nuevo récord de mínimos. Ya en mayo, los tripulantes del Jan Mayen tuvimos un adelanto de esta grave noticia. El viernes 27, sobre las 12 de la “noche” salimos a cubierta de proa para celebrar el cruce de la frontera de los 80 º N. Cuando llegamos, el hielo ya no estaba allí.
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